La importancia de Almudévar estribaba en su situación en el camino que unía Zaragoza y Huesca. En 1364 fue el escenario elegido para la entrevista entre Carlos II de Navarra y Enrique de Trastamara con la reina de Aragón, para tratar acerca del destronamiento de Pedro I de Castilla. La villa de Almudévar tuvo voto en cortes.

De esta forma, el casco urbano se fue desplazando del tozal a la ladera, para trazar a continuación la calle Mayor, que configura el barrio de estructura más pintoresco y más irregular. A partir de allí se extendió el barrio bajo en busca de la llanura.

ermita santo domingo

Desde muy temprano la Iglesia dispuso de varios edificios en la villa y en su término municipal: la iglesia de la Beata Virgen María (de la Corona), como parroquia, la iglesia de San Miguel, actualmente parroquia de la que todavía vemos una portada románica y la ermita de Santo Domingo, cuyos restos muestran también su factura románica. En 1560 existían en Almudévar dos iglesias hoy totalmente desaparecidas: la iglesia de la Magdalena y la de San Martín (o San Vicente) que ya estarían construidas en la Edad Media, así como el convento de Avariés (Abares), desaparecido en el s.XIV a consecuencia de la peste negra, y la almunia de Pallarolo.

La industria artesanal se basaba en aquellos oficios auxiliares de la agricultura, como la industria del tejido, también se habla de varios hornos de pan y un molino de viento. En la villa también había establecimientos de venta fijos propiedad del concejo como la carnicería o la tienda. La ganadería tuvo una importancia destacada también.

El segundo tercio del siglo XIV está marcado por una serie de malas cosechas que produjeron hambrunas y como consecuencia se produjo una crisis demográfica. Será ya durante el s. XV cuando se produce una recuperación poblacional y económica. Es ahora cuando también se produce un renacimiento artístico de la villa.

En el siglo XV el centro de la vida social era la Corona y su castillo. Allí estaban la iglesia principal y el gobierno municipal.

EDAD MODERNA

El s. XVI supone una etapa de freno en la economía de Almudévar y en su población, que se recuperará considerablemente en el siglo siguiente. El aumento de población lleva consigo la expansión agrícola que se manifiesta en la compra de los terrenos de cultivo que poseían los monjes cistercienses de Avariés. En el s. XVII se producen roturaciones en las zonas de pastos para aumentar el área de cultivo, pero en 1745, debido a la escasez de vino, se permite plantar viñas. Este proceso de roturación del s. XVIII produce un cambio en la estructura de la propiedad privada, por un lado aumentando el tamaño de la propiedad privada y por otro lado se introduce el sistema de “suertes”, que eran pequeñas parcelas que el concejo entregaba a particulares para que plantasen en ellas viñas.

En el 1765, el agricultor acomodado de la villa disponía de casa, bodega, huerto, era con pajar, hortal y demba, una viña, algún corral para ganado, un número variable de campos para cereal y un pequeño número de animales de tiro.

En la Edad Moderna cambiará considerablemente el aspecto de la villa, aparecen nuevos edificios tanto públicos como religiosos o particulares. En el s. XVII comienza a construirse el Ayuntamiento, es un este momento cuando el castillo pierde todas sus funciones político-administrativas ya que hasta ahora había sido utilizado por el concejo para sus reuniones ordinarias, como archivo documental, cárcel, etc. Es también en este momento cuando se viene abajo la nave central de la iglesia de la Corona y la decisión de ampliar la de San Miguel, mucho más céntrica para utilizarla como parroquia.


El s. XIX está marcado principalmente por la aparición de grandes propiedades que se forman tras la desamortización de las tierras comunales. Por lo que respecta a la industria, en el s. XIX, Almudévar pierde el molino de viento, pero conserva dos hornos de pan propiedad del ayuntamiento. Madoz da la noticia de una fábrica de curtidos que todavía funcionaba en el 1850, de telares de lienzo y tejidos de lana y un matadero. En 1832, una fábrica de salitres y un tejar, ambos junto a la fuente de tres caños. Desde el s. XVIII existía un ingenio para fabricar cera.

En Almudévar se celebraba una importante feria de ganado, sobretodo mular y caballar, los días 12, 13 y 14 de mayo, que mantuvo sus importancia hasta los años 50, que acabó por desaparecer a causa de la mecanización del campo. Afortunadamente esta feria se recuperó hace unos años.

A comienzos del siglo XIX se cambió la fiesta patronal del día 15 de agosto al 8 de septiembre.

La población de Almudévar creció sin interrupción hasta el inicio de la guerra civil y que durante ésta la villa perdió 1061 habitantes, un 25% de la población. A partir de este momento ese descenso ha sido progresivo y continúa hoy en día debido sobre todo a un crecimiento vegetativo negativo.

Respecto a la ganadería de este siglo el rasgo principal ha sido la construcción del canal de riegos de los Monegros que se concluyó en 1929 aunque hasta 1941 no se inauguró el acueducto a Tardienta. Pero los intentos por mejorar la agricultura local continuaron en 1914 y se creó un vivero para ayudar y favorecer la replantación de las viñas arruinadas por la filoxera de los primeros años del siglo, que se plantó en Chinflorin. Pero la vid, a partir de los años 50, ha experimentado un fuerte retroceso, lo mismo que el almendro y el olivo a favor del cultivo de cereal.