La dominación musulmana va desde el 714 hasta el 1118 y es en este momento cuando toma el nombre de Almudévar, topónimo que significa “el redondo” y alude seguramente a la forma ovalada del lugar donde se asienta el castillo y que hoy se le denomina “corona”. Se mantuvo en este momento la estructura latifundista de épocas anteriores. La población islámica era mayoritariamente muladí (descendiente de hispanorromanos), y mozárabe.

Debió de ser la población musulmana de cierta importancia, pues pagaba, junto a once villas más, ciertos derechos a Sancho Ramírez, con los que éste dotó al castillo de Ayerbe. La crónica de san Juan de la Peña, afirma que Pedro I tras conquistar Huesca, salió en persecución de los musulmanes hasta Almudévar.

 

 

La carta puebla

En mayo de 1170 le fue concedida su carta puebla por Alfonso II, por la cual, además de fijar los términos, los vecinos recibieron el castillo y el cerro donde se asienta para que construyeran allí la iglesia, abadía y casas. En este momento fue convertida en villa. El castillo hay que verlo en aquella época como un amplio recinto que abarca todo el perímetro actual de la Corona y tenía dentro algunas escasas edificaciones musulmanas. El proceso de población, de conversión de Almudévar en villa se terminó en 1184, con otro privilegio, confirmando el anterior, del mismo rey Alfonso II. Y entonces fue tan exitoso el proceso de repoblación, que no hubo suficiente espacio en el castillo para albergar a la villa de Almudévar, y así nació lo que en los documentos medievales se llama Villanova de Almudévar.

 

Por lo que respecta a la población, el primer dato conocido es de 1184, un documento donde se habla de 300 pobladores que equivaldrían a 1200 o 1500 habitantes.

En esta época, la base fundamental de la economía era la agricultura, basada en los cereales y en la vid, ésta se concentraba fundamentalmente en el paraje denominado Valdeldema (vallis vendimiae). Este paisaje agrario medieval se completaba con algunos huertos regados mediante pozos. Los bosques de pinos, totalmente desaparecidos, y carrasco junto con baldíos y pastos proporcionaban leña, madera, pasto y caza.
La ganadería tuvo una importancia destacada también.

La industria artesanal se basaba en aquellos oficios auxiliares de la agricultura, como la industria del tejido, también se habla de varios hornos de pan y un molino de viento. En la villa también había establecimientos de venta fijos propiedad del concejo como la carnicería o la tienda.